domingo, 18 de diciembre de 2011

No, ya no soy como antes, ya no voy contándole todos mis problemas a todo el mundo, realmente ya no se los cuento a casi nadie, ya no soy ese libro tan tan abierto que era antes, ya puedo fingir una sonrisa sin ningún problema, ya no se me escapa ni una lágrima si yo no quiero, aunque sea el peor de los momentos.
He aprendido que mis problemas son mios, que a nadie más le importan.

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